BIOGRAFÍA
Anthony G. Greenwald (Nueva York, Estados Unidos) es catedrático de Psicología en la Universidad de Washington (Estados Unidos) desde 1986, y catedrático emérito desde 2020. Anteriormente, entre 1965 y 1986, fue profesor en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos). Se licenció en la Universidad de Yale (Estados Unidos) y obtuvo un máster y un doctorado en la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Ha publicado seis libros y más de 180 artículos académicos, y ha formado parte de los consejos editoriales de 13 revistas de psicología. Fue elegido miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en 2007, y forma parte también de la Asociación Estadounidense de Psicología y de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Es cofundador y presidente de la organización sin ánimo de lucro Project Implicit, para el avance de la investigación en la cognición implícita y su influencia en la toma de decisiones.
CONTRIBUCIÓN
Anthony G. Greenwald empezó a adquirir relevancia en el campo de la psicología de las actitudes con la publicación del artículo El ego totalitario, de 1980, en el que argumenta que el “yo” sesga y selecciona la información de forma similar a como lo haría un gobierno dictatorial. Desde entonces, se interesó por mostrar cómo la mente adquiere asociaciones y las utiliza sin ser consciente de ello. Un concepto fundamental para su investigación es el de memoria implícita, que Greenwald exploró junto a Mahzarin Banaji, y que alude a la existencia de una memoria en la que las experiencias previas inciden en la ejecución de una tarea, sin que exista una percepción consciente de la existencia de esas experiencias.
En el artículo de 1995 Implicit Social Cognition: Attitudes, Self-Esteem, and Stereotypes, publicado en la revista Psychological Review, Greenwald y Banaji utilizaron por primera vez el término “sesgo implícito”. Señalaban la existencia de actitudes y estereotipos implícitos, aunque eran conscientes de que no había forma de medirlos. Impulsado por esta incógnita, el catedrático ideó un test que medía los tiempos de reacción para clasificar estímulos, que llamó Test de Asociación Implícita (en inglés, Implicit Association Test o IAT).
El IAT permite medir y comprender mejor ciertas actitudes difícilmente detectables en técnicas de autodiagnóstico, debido a la falta de conciencia del sujeto o a la existencia de prejuicios de aceptación social, como los de tipo racista o sexista. “Sabemos que esos sesgos se adquieren muy temprano, desde los dos años. Y están mucho más extendidos en la población que los sesgos explícitos, es decir, los que la gente admite en las medidas de autoinforme”, aclara el catedrático.
Su método ha servido de punto de partida para numerosas aplicaciones en psicología clínica, educación, marketing y gestión de la diversidad, y se ha utilizado para la recopilación de datos en más de 2.000 artículos. Actualmente, Greenwald aplica este método científico en contextos legales, ayudando a las personas que ponen una demanda por discriminación a ganar casos utilizando el concepto de sesgo implícito. La historia del IAT y sus aplicaciones se desarrolla en el libro Blindspot: Hidden biases of good people, que coescribió con Mahzarin Banaji, y que, apunta Greenwald, ha sido retirado de las bibliotecas públicas en varios estados del país, desde que Hillary Clinton popularizó en su campaña presidencial de 2016 el término de sesgo implícito.