Elhanan Helpman nace en 1946 en Dzalabad (Rusia) pero su infancia transcurre en Polonia e Israel. En 1971 se licencia en Economía y Estadísica y obtiene un Máster en Economía en la Universidad de Tel Aviv. En 1974 se doctora en Economía en la Universidad de Harvard.
Desde 1974 hasta 2004 realiza su carrera académica en la Universidad de Tel Aviv donde fue catedrático de Economía. Actualmente y desde 1997 es catedrático de Comercio Internacional en la Universidad de Harvard. Desde 2004 hasta 2014 fue director del Programa ‘Instituciones, Organizaciones y Crecimiento’ del Instituto Canadiense de Investigación Avanzada.
Helpman es autor de 18 libros y 150 artículos en revistas internacionales de prestigio. Ha sido presidente de la Econometric Society y ha sido codirector del ‘Journal of International Economics’, director del ‘European Economic Review’ y director del ‘Quarterly Journal of Economics’. Actualmente está en el Advisory Board de la ‘Central European Economic Journal’.
Discurso
Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, VI edición
«La construcción de modelos es un arte incluso cuando aborda problemas científicos. Cuesta pensar que la economía se hubiera podido desarrollar como lo ha hecho sin buenos modelos teóricos». Si el economista Elhanan Helpman no pensara de esta manera, tal vez la nueva teoría del comercio internacional o la teoría del crecimiento no habrían experimentado un innovador avance conceptual, e interrogantes como ¿por qué un país crece más rápidamente que otro? o ¿por qué comercian los países? seguirían recibiendo respuestas parciales.
Por «sus aportaciones esenciales al conocimiento de la moderna economía internacional y del crecimiento económico», el jurado le ha concedido el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. Insatisfecho con las teorías sobre el comercio que le habían enseñado en la universidad allá por la década de los setenta, este economista israelí decidió reconsiderarlas.
En sus primeras investigaciones reparó en que los datos de flujos comerciales no podían explicarse con la entonces vigente teoría de la ventaja comparativa: «Observé que la mayoría de las transacciones comerciales se producían entre países de similar nivel de desarrollo, sin fuertes ventajas competitivas entre sí y entre productos pertenecientes a una misma industria». ¿Cómo podía ser que muchas industrias vieran crecer sus exportaciones e importaciones de forma simultánea? La explicación que le vino a la mente era simple: «los productos con los que comercian entre si las mismas industrias son diferenciables». Este punto de vista le sirvió también para explicar el papel creciente de las multinacionales en la economía internacional. Su interés por conocer los datos y comprender los fenómenos del mundo real le ha llevado a trabajar en lo que califica como su ventaja comparativa: el desarrollo de modelos analíticos para entender temas económicos.
Para este economista teórico «un buen modelo es aquel capaz de abordar preguntas interesantes y proporcionar respuestas no triviales». Al mismo tiempo manifiesta su aprecio por el trabajo empírico, como «los trabajos descriptivos que explican con datos lo que ha ocurrido en un país». Por eso, en ocasiones se acompaña de un coautor versado en métodos empíricos. En 1985 integró sus nuevas teorías del comercio internacional y junto a Paul Krugman publicó el libro ‘Estructura del mercado y comercio internacional‘, hoy en día un manual de referencia aunque, según confiesa, no fue concebido con ese objetivo: «Pensamos en integrar varias partes de la teoría del comercio en un marco analítico sencillo, pero una vez empezamos a trabajar nos dimos cuenta de que podíamos mejorarlo significativamente, y decidimos hacer un libro tan completo como se pudiera».
Sin duda, sus enfoques han transformado la teoría del comercio internacional, y según destaca el acta del jurado «aportan una sólida base centrada en la teoría de la empresa y de la competencia monopolística». Helpman hizo también prominentes contribuciones a otras líneas de investigación, como la relación entre el comercio internacional, la inversión extranjera directa y el crecimiento económico. Además estudió políticas económicas y economía política, si bien en el centro de su trabajo siempre ha estado la economía internacional, un «área que te brinda la oportunidad de aportar valiosos y diferentes enfoques sobre temas esenciales».
Junto con el economista Gene Grossman publicó en 1991 el libro ‘Innovación y crecimiento en la economía global’, una de las principales referencias bibliográficas sobre comercio y crecimiento endógeno, que contribuye a la comprensión del crecimiento económico basado en la innovación. Entre sus méritos, el jurado destaca su modelo teórico de escaleras de calidad (quality ladders), que aporta un novedoso análisis sobre cómo la innovación acumulada promueve el crecimiento económico: «Cuando una empresa invierte en nuevos productos o técnicas de producción, contribuye además a un conocimiento sobre el que otras empresas construyen su actividad innovadora. Esto induce un ciclo de crecimiento acumulativo en I+D que, además, reduce los costes futuros de I+D», resume.
«Cuando una empresa invierte en nuevos productos o técnicas de producción, contribuye además a un conocimiento sobre el que otras empresas construyen su actividad innovadora. Esto induce un ciclo de crecimiento acumulativo en I+D que, además, reduce los costes futuros de I+D», resume.
TUITEAR
Desde 1997 ejerce como catedrático de Comercio Internacional en la Universidad de Harvard, actividad que en el momento de recibir el galardón simultaneaba entre otras, con la dirección del Programa sobre Instituciones, Organizaciones y Crecimiento del Instituto Canadiense de Investigación Avanzada.
Pero para llegar aquí ha recorrido un largo camino. Aunque su infancia la pasó en Polonia, su adolescencia la vivió en Israel. Su primera toma de contacto con la economía fue más bien fruto del azar, ya que su vocación se dirigía más hacia la ingeniería. A los 19 años, mientras realizaba en Israel el servicio militar obligatorio, una recluta que asistía a clases de economía le prestó uno de los grandes manuales de análisis económico de entonces, Economía: una introducción a su análisis, de Paul Samuelson: «Comencé a leerlo y no pude parar. Me cautivó su forma de explicar los temas sociales y sus métodos analíticos. Cuando lo terminé sabía que la economía era lo que más me interesaba… y aún sigo cautivado con esos temas». Esa fascinación la trasladó de forma rigurosa a sus estudios.
Helpman se graduó en Economía por la Universidad de Tel Aviv con la máxima calificación académica y, atraído por la presencia de destacados economistas en las escuelas estadounidenses, partió en 1971 a la Universidad de Harvard para especializarse en teoría económica. Finalizada su tesis regresó a Israel en 1974 con un objetivo en mente que mantendrá en toda su posterior carrera: «Quería hacer investigación». Durante casi cuatro décadas ha tenido una prolífica y trascendente trayectoria como docente e investigador. Ha firmado más de ciento cuarenta artículos y varios libros de referencia internacional. Su interés por problemas específicos le ha llevado a investigar también en muchos otros campos.
En esta última etapa Helpman ha estado trabajando en uno de los grandes temas que centran hoy en día la agenda de debate de muchos gobiernos: la desigualdad. Más en concreto, trabaja en detectar sus fuentes y su interacción con la integración comercial y el crecimiento: «Hemos descubierto que la liberalización del comercio eleva un componente importante de la desigualdad en las primeras fases, pero llegado a un punto se reduce». Aunque está por verse si este estudio se incorporará a su lista de logros, él sigue esforzándose para que así sea. Paciencia, tenacidad y disciplina son tres de sus grandes virtudes: «Soy persistente y resistente, no me doy por vencido en tratar con problemas difíciles. A lo sumo los dejo a un lado, pero vuelvo a ellos más tarde, a veces después de varios años».