NOTICIA PREMIOS FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO

David Tilman, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación ha recaído en su séptima edición en el profesor David Tilman, catedrático de la Universidad de Minnesota, por fundamentar científicamente el valor de la biodiversidad, cuantificando, por primera vez, su contribución a hacer que los ecosistemas sean “más productivos, más resistentes ante invasiones de especies exóticas y más estables ante fenómenos perturbadores como la sequía”, según explica el acta del jurado.

3 febrero, 2015

Perfil

David Tilman

Entrevista

David Tilman: “Me hice ecólogo para entender el origen de la biodiversidad”

Tilman (Illinois, EE. UU., 1949) ha aportado fundamento científico a la necesidad de conservar la biodiversidad. Su descubrimiento dio lugar a uno de los trabajos más citados de la ecología moderna, publicado en la revista Nature, en 1994.

Según él mismo recuerda: “Fue una enorme sorpresa, porque hasta entonces se creía que el funcionamiento de los ecosistemas venía determinado por unas pocas especies importantes, y que las demás no eran relevantes. Los ecosistemas se debían conservar, sí, pero por una cuestión moral, no científica. Nuestro descubrimiento de que los ecosistemas menos biodiversos son menos estables generó un gran debate, y muchos creyeron que nuestro experimento estaba mal”. Puso entonces en marcha “el primer experimento de campo sobre biodiversidad”, porque entonces “simplemente no había datos para zanjar la polémica”.

'Vivimos en una época en que los humanos estamos haciendo que los ecosistemas sean muy simples, con muy poca biodiversidad'.

TUITEAR

Tilman recibió la noticia “muy sorprendido, emocionado y feliz” y su primer comentario fue para resaltar el valor de la biodiversidad: “Es increíblemente importante. Necesitamos saberlo porque vivimos en una época en que los humanos estamos haciendo que los ecosistemas sean muy simples, con muy poca biodiversidad. Nuestro trabajo muestra que esta gran pérdida tiene consecuencias muy significativas, y a largo plazo, en la calidad de los ecosistemas y en cómo funcionan, lo que significa que no nos podrán dar los servicios que queremos de ellos, como agua limpia, almacenamiento de carbono, etc.”.

La carrera docente e investigadora de Tilman se ha desarrollado en la Universidad de Minnesota, a la que se incorporó en 1976 y donde es catedrático desde 1984. Desde 1992 dirige allí la Reserva de Cedar Creek, una estación de investigación que cuenta con 2.800 hectáreas donde estableció nuevos sistemas experimentales de estudio a largo plazo que le han llevado a sus contribuciones fundamentales.

El galardonado ha descrito también mecanismos de mantenimiento de la biodiversidad. En concreto, el jurado destaca su trabajo dirigido a responder una de las cuestiones más antiguas de la ciencia ecológica, que data de la época de Charles Darwin: ¿Por qué pueden coexistir tantas especies en un ecosistema? Para averiguarlo Tilman introdujo en sus modelos teóricos la idea de que cada especie se especializa en una determinada habilidad en detrimento de otras, y descubrió que es ese compromiso entre capacidades (por ejemplo una mayor capacidad de dispersión frente a una mayor capacidad competitiva) lo que hace posible la coexistencia de un alto número de especies.

Él mismo explicaba las conexiones entre su trabajo en esta línea y la biodiversidad: “Estos compromisos fundamentan el valor de la biodiversidad, porque el ecosistema funciona como una red de habilidades, y cuanta más variedad tenga, mejor funcionará”. Y establecía una comparación con la sociedad humana, que necesita la especialización en distintas profesiones para funcionar.

Definir políticas

El jurado resalta que “la investigación de Tilman ha contribuido a definir políticas basadas en el conocimiento científico y dirigidas al uso de la tierra y el balance del carbono a escala mundial”, algo que ha tenido implicaciones en cuestiones prácticas de gran calado. Una de ellas es la producción de biocombustibles, que según demuestra Tilman solo sería ambientalmente ventajosa si se llevara a cabo fomentando la biodiversidad y con especies que no consumen los humanos.

Como explica el acta, “su trabajo muestra que las combinaciones de plantas herbáceas perennes suministran más energía por unidad de superficie que el etanol derivado del grano de maíz”. Por tanto, los biocombustibles tradicionales generarían emisiones de carbono muy superiores al almacenamiento de carbono que supuestamente van a generar.

“Los biocombustibles no son la solución para nuestro problema de emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó el galardonado. Para empezar, “hay muy pocas formas ventajosas para el medio ambiente de hacer biocombustibles”, y pasan por cultivar especies no de consumo humano con técnicas que fomenten la biodiversidad. Aun así, “estos biocombustibles podrían sustituir solo hasta el 10 por ciento de la gasolina que empleamos, así que nunca resolverían nuestro problema de emisiones. Lo realmente importante es que desarrollemos métodos de transporte mucho más eficientes”.

Por último, el jurado menciona su hallazgo de que la relación entre el grado de destrucción de un ecosistema y el impacto sobre las especies que lo integran es más complejo de lo que parecería, hasta el punto de que puede haber lo que Tilman define como una “deuda de extinción”: “Los efectos de la destrucción del hábitat sobre la extinción de las especies pueden manifestarse generaciones después de la perturbación”, dice el acta.

A pesar de todo, Tilman se define a sí mismo como optimista: “Como somos tantos humanos consumiendo tantos recursos estamos teniendo un impacto sin precedentes sobre los ecosistemas, pero a lo largo de la historia siempre hemos sido capaces de encontrar soluciones cuando los problemas se vuelven realmente graves. Conocemos las soluciones, lo que no hemos hecho es poner en práctica estas soluciones.”

En la actualidad trabaja en cómo incrementar la productividad agraria sin aumentar el impacto ambiental: “En todo el mundo destinamos unos 5.000 millones de hectáreas a la agricultura. Tenemos grandes cantidades de suelo en los países pobres destinados hoy en día a la agricultura con muy poca eficiencia. Pero sabemos cómo conseguir cosechas mucho más abundantes, e incluso de forma más sostenible, pero no lo conseguiremos si no vamos realmente allí a ayudar a la gente a aprender cómo hacer una agricultura más eficiente. Si lo hiciéramos no habría presión para deforestar más suelo y dedicarlo a cultivos”.

En una de sus últimas publicaciones, en la revista Nature el pasado noviembre de 2014, Tilman explora cuál es la dieta humana más adecuada para preservar el medio ambiente, contribuyendo a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, a la vez, a una mejor salud.

Jurado internacional

El jurado de esta categoría está presidido por Georgina Mace, catedrática de Biodiversidad y Ecosistemas en la University College London (Reino Unido), y cuenta como secretario con Jordi Bascompte, catedrático de Ecología en el Instituto de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales en la Universidad de Zúrich (Suiza).

Los vocales son Gerardo Ceballos, catedrático en el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (México); Pedro Jordano, profesor de investigación del Departamento de Ecología Integrativa en la Estación Biológica de Doñana del CSIC (Sevilla, España), y Hanna Kokko, catedrática en el Instituto de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales de la Universidad de Zúrich (Suiza).