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Una pionera en el estudio de la pérdida de biodiversidad

Fallece Georgina Mace, Premio Fronteras del Conocimiento 2018 en Ecología y Biología de la Conservación

La profesora Georgina Mace, galardonada con el Premio Fronteras del Conocimiento 2018 en Ecología y Biología de la Conservación, ha fallecido a los 67 años de edad. La ecóloga británica contribuyó de manera decisiva a documentar la pérdida de biodiversidad, al definir los criterios científicos que determinan la inclusión de una especie en una determinada categoría de amenaza en la conocida Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación para la Naturaleza (UICN).

21 septiembre, 2020

Perfil

Georgina Mace

La profesora Mace compartió el Premio Fronteras con su colega estadounidense Gretchen Daily, por su trabajo “visionario”, en palabras del jurado, no solo al “liderar el proceso para documentar la alarmante pérdida de biodiversidad global en la sexta extinción por la que atraviesa nuestro planeta”, sino también al desarrollar “instrumentos políticos y económicos” para poner freno a esta crisis ecológica.

Cuando empezó a usarse, en los años sesenta, la Lista de Roja de la UICN se basaba en las recomendaciones subjetivas de expertos. La profesora Mace, en las décadas ochenta y noventa, coordinó el trabajo para determinar los parámetros ecológicos que indican un riesgo relativamente alto de extinción, factores como el tamaño de la población, el ritmo al que está disminuyendo esa población, la zona de distribución de una especie y hasta qué punto está fragmentada. La Lista Roja empezó a usarse como guía para las políticas de conservación en 2005, y hoy incluye información de más de 90.000 especies.

Tras su trabajo con la Lista Roja, Mace enfocó su investigación hacia el concepto de servicios ecosistémicos. “Uno de los motivos por los que nos preocupamos por la extinción de especies es que nuestro bienestar depende de la existencia de comunidades naturales de especies en ecosistemas sólidos”, explicó Mace tras ganar el Premio Fronteras. Sin ellas, “la sociedad humana se quedaría sin muchos beneficios que hoy en día se dan por hecho”.

Mace no se refería sólo al valor de servicios que ya tienen un impacto claro en la economía, como la polinización o el control natural de plagas, sino, en sus propias palabras, “al valor en un sentido amplio, a las contribuciones fundamentales de la naturaleza al bienestar humano”, incluyendo el valor estético y cultural, y el valor para la salud física y mental.

En una entrevista en vídeo realizada horas después de que se anunciara el fallo del Premio Fronteras, la profesora Mace se lamentaba de que “la destrucción constante de biodiversidad nos ha dejado un planeta que está agotado”.

El “valor infinito” de la naturaleza

A Mace le gustaba recalcar que hay servicios que dependen de la biodiversidad “tan fundamentales”, como el mantenimiento del ciclo de nutrientes y del agua, que “son procesos esenciales del sistema de la Tierra, y sin ellos, la vida probablemente no sería posible”. Por tanto, desde esta óptica, la ecóloga británica enfatizaba que “su valor es infinito”.

Nacida en Londres en 1953, Mace se licenció en Zoología por la Universidad de Liverpool y obtuvo su doctorado en Ecología Evolutiva por la Universidad de Sussex. Su carrera investigadora le llevó al Instituto Smithsonian (Estados Unidos), la Universidad de Newcastle-upon-Tyne y la Sociedad Zoológica de Londres, de la que fue directora de Ciencia entre 2000 y 2006.

Entre 2006 y 2010 fue directora del Centro de Biología de la Población del Imperial College London y en 2012 se incorporó al University College London, donde actualmente era catedrática de Biodiversidad y Ecosistemas y fundadora del Centro para la Investigación de la Biodiversidad y el Medio Ambiente, que dirigió hasta 2018. Participó en numerosos comités de instituciones británicas e internacionales: desde la Royal Society o el Comité de Capital Natural del Gobierno británico a la Unión Internacional para la Protección de la Naturaleza o la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de Naciones Unidas.

Pese a la gravedad de la situación actual, la profesora Mace no perdía la esperanza en la posibilidad de que la comunidad internacional tomara las medidas necesarias para frenar la sexta gran extinción: “La conservación de la naturaleza no es un lujo, sino una necesidad. La humanidad ha evolucionado gracias a su relación íntima con la naturaleza, y no está nada claro que podamos sobrevivir si no nos tomamos muy en serio esa relación. La buena noticia es que hoy contamos con los instrumentos científicos necesarios para revertir la situación actual de grave crisis de biodiversidad”.