BIOGRAFÍA
Valérie Masson-Delmotte (Nancy, Francia, 1971) obtuvo su título de ingeniera y de máster en la Escuela Central de París, donde también se doctoró en 1996 con una tesis sobre la modelización del clima pasado. Hoy es científica sénior en el Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medioambiente (CEA, Centro Nacional de Investigación Científica, Universidad de París-Saclay), que forma parte del Instituto Pierre-Simon Laplace. Entre 2015 y 2023 ha sido copresidenta del Grupo de Trabajo I (Bases físicas) para el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Ha sido Highly Cited Researcher en Geociencias entre 2014 y 2019 y en el ámbito Cross-Field entre 2020 y 2022. Masson-Delmotte es, asimismo, miembro del Comité Nacional sobre Cambio Climático de Francia y del Comité Nacional Consultivo de Ética de este país.
CONTRIBUCIÓN
Valérie Masson-Delmotte amplió el análisis de los testigos de hielo antárticos a muestras procedentes de Groenlandia. Sus resultados coincidían con los que Jean Jouzel había obtenido al otro lado del planeta, volviéndolos mucho más robustos. Desde entonces, Masson-Delmotte, junto con Jouzel y los demás premiados, han enfocado sus investigaciones en refinar aún más el estudio de climas pasados para conocer su evolución a lo largo de cientos de miles de años. Además, Masson-Delmotte ha combinado la información procedente de los testigos de hielo con muchos otros aspectos de la ciencia climática para predecir qué le ocurrirá a la Antártida en 2070 ante diferentes escenarios de calentamiento. Su trabajo constata que, si el calentamiento global se limita a niveles cercanos a los actuales, se podrían evitar cambios importantes, mientras que niveles más elevados de calentamiento producirían cambios potencialmente irreversibles. Una consecuencia clave de este calentamiento sería el aumento del nivel del mar, que ya está provocando inundaciones descontroladas, en combinación con las lluvias torrenciales, en el norte de Francia, y afectará a mil millones de personas para 2050 con múltiples consecuencias directas para las costas.